LAS OFERTAS DE TRABAJO SE PARECEN CADA VEZ MÁS A LOS ANUNCIOS DE SEXO
Vivimos un presente de fraude masivo y decimos que los estafadores sociales no tienen ética ,moral ni escrúpulos .Antes esa gente era señalada exclamativamente por su carencia (¡Sinvergüenzas!), y su descaro recibía los nombres de sinvergonzonería , sirvengüenzada y sirvengonzonada. El uso de la palabra sirvengüenza sigue en la calle , pero menos en la televisión y en la política, donde en favor de la civilidad democrática huyen del término vergüenza, emparentado con la honra y el honor , arcaicamente relacionados con el sexo( a los órganos sexuales se les llamaba "vergüenzas").
La eficacia de la vergüenza iba más allá de la ética ( no sentirse íntimamente concernido por una norma no impedía respetarla), y de la moral, porque evitaba contravenirla en público.La vergüenza , ese implacable ministerio del interior interiorizado , hizo mucho daño;la desvergüenza , ahora , presentada como herramienta de innovación , estimulada por el liberalismo caníbal y cebada por la crisis , hace que aparezcan ofertas de trabajo de sinvergüenzas que han puesto en ellas tanta libido que se parecen a los anuncios de sexo .La oferta que pide secretarias que se sientan cómodas con minifaldas es poca cosa respecto a la que buscan un licenciado en administracion y dirección de empresas para repartir bollería , que si no es sadismo es otra parafilia a la que hay que buscarle nombre nuevo.
La vergüenza sólo funciona entre personas con vergüenza . A este tipo de sinvergüenzas es mejor golpearles donde les duele , en la entrepierna de la cartera . Que paguen lo que es debido ,una buena multa al Estado para que revierta para todos .
Avergonzar a un sinvergüenza es tan difícil e inútil como ahorcar a un decapitado.
Imatg.google...text;Javier Cuervo,periodista