Si somos lo que comemos , hoy somos una birria . La comida elaborada con tiempo, cocinada con tiempo. El tiempo que está en claro retroceso , mientras aumenta el cocinado , precocinado , preparado o medio elaborado. A menudo sin ni siquiera saberlo. Siempre recuerdo al añorado Llorenç Torrado cuando insistía en que las bolsas con hojas de lechuga listas para ensalada son un falso producto natural . Están manipuladas y envasadas con un gas especial para su conservación . Se han aplicado a los alimentos los criterios de crecimiento exponencial ilimitado que hemos aplicado a todo. La tierra y el ganado deben dar más cantidad y más rápidamente . Y el consumidor se niega a seguir el ritmo de las estaciones .Todo el sector alimentario ha entrado en esa rueda de hámster que sólo ve el objetivo del beneficio del beneficio. La última siniestra alianza es entre dos productos industriales pensados para ser cada vez más adictivos - caso de las patatas chips o la pastelería industrial- con los cambios en el mismo sistema de comidas . Se han inventado artificialmente un nuevo alimento , el snack , consumible en cualquier momento , sin horari.
Creamos sustitutos de las emociones reales , como hemos buscado alimentos de mentira que desdibujan los de verdad , demasiado rústicos para los paladares modernos ."Esta leche tiene demasiado sabor a leche", "estos tomates son demasiado ácidos " ,"tenemos un bacalao de sabor suave en la carta".Frases del momento.
Ante ese fenómeno surge otro opuesto . Cuadrillas de amigos y familias que recorren el país buscando tomates que sepan a tomate o pagando a precio de oro pollos con un mínimo de dignidad. La comida de toda la vida , la más vulgar , se convierte en delicatessen . Entre una cosa y otra , tengo la impresión que estamos flaqueando por comer demasiados alimentos con un exceso de vitamina P de puñetas .
Text.Glòria Serra,
3 comentarios:
Cuanta razón tienes en tu post. alguna vez leí que todas las alergias que padecemos últimamente se devén a todos los químicos y conservadores que consumimos atravez de los alimentos. Pero a veces es un cuento de nunca acabar pues los alimentos orgánicos son tan caros que prefieres regresar a lo de siempre. Alguna vez vi un documental también donde el gobierno hace lo posible por cerrar las granjas de pequeños campesinos para que sus productos orgánicos y de bajo costo no lleguen a la gente. Parece que todo es parte un gran negocio consumista para tenernos enfermos y adictos a sabores artificiales.
Saludos!
Em fa sentir culpable, aquest text!
Perdoneu,,per la tardança ,,he tigut dies de visites.
Gracies per la vostra participacio,No Helena, no et sentis culpable, sols estiguis al agüait.
Salut
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