LAS OFERTAS DE TRABAJO SE PARECEN CADA VEZ MÁS A LOS ANUNCIOS DE SEXO
Vivimos un presente de fraude masivo y decimos que los estafadores sociales no tienen ética ,moral ni escrúpulos .Antes esa gente era señalada exclamativamente por su carencia (¡Sinvergüenzas!), y su descaro recibía los nombres de sinvergonzonería , sirvengüenzada y sirvengonzonada. El uso de la palabra sirvengüenza sigue en la calle , pero menos en la televisión y en la política, donde en favor de la civilidad democrática huyen del término vergüenza, emparentado con la honra y el honor , arcaicamente relacionados con el sexo( a los órganos sexuales se les llamaba "vergüenzas").
La eficacia de la vergüenza iba más allá de la ética ( no sentirse íntimamente concernido por una norma no impedía respetarla), y de la moral, porque evitaba contravenirla en público.La vergüenza , ese implacable ministerio del interior interiorizado , hizo mucho daño;la desvergüenza , ahora , presentada como herramienta de innovación , estimulada por el liberalismo caníbal y cebada por la crisis , hace que aparezcan ofertas de trabajo de sinvergüenzas que han puesto en ellas tanta libido que se parecen a los anuncios de sexo .La oferta que pide secretarias que se sientan cómodas con minifaldas es poca cosa respecto a la que buscan un licenciado en administracion y dirección de empresas para repartir bollería , que si no es sadismo es otra parafilia a la que hay que buscarle nombre nuevo.
La vergüenza sólo funciona entre personas con vergüenza . A este tipo de sinvergüenzas es mejor golpearles donde les duele , en la entrepierna de la cartera . Que paguen lo que es debido ,una buena multa al Estado para que revierta para todos .
Avergonzar a un sinvergüenza es tan difícil e inútil como ahorcar a un decapitado.
Imatg.google...text;Javier Cuervo,periodista
4 comentarios:
¡Cuánta razón llevas, Rosalía!
El otro día, en mi indignación e impotencia ante tanto recorte y retroceso en todos y cada uno de los derechos laborales y sociales que tantos años nos ha costado conseguir, les llamé canallas a nuestros gobernantes. Una persona de mi entorno familiar me dijo que estaba usando un vocabulario muy vulgar, impropio de mí.
Su comentario me pareció tan desproporcionado como todo cuanto está ocurriendo a nuestro alrededor. Respiré profundamente y le respondí: perdona, llevas razón, son gente baja, ruin, despreciable y de malos procederes; te parece menos vulgar así, porque mis sentimientos siguen siendo los mismos.
Un abrazo
Estamos delante de gente con pocas entrañas,unos tiran la culpa a otros i mientras la gente (según unas) se van empobreciendo cada dia más.
Nos parecía lejos el drama que estaba pasando en los paises subdesarrollados.Pero me parece que vamos a pasos agijantados hacía alli..
Los contratos de trabajo ralla lo pornográfico y la esclavitud.
La juventud mejor preparada de todos los tiempos , rellenando estanteries en las grandes areas etc..en fin ,una sinvergonzoneria a cara destapada!!!Besos M.José
¡Qué buenísimo texto, Rosalía!
Estamos en una sociedad conde los valores éticos y, por lo tanto estéticos, se han devaluado: no hay formas ni fondos.
Besos y feliz fin de semana ^-^
Gracias Piola,por tu tiempo.
Un feliz fin de semana,,besos,
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