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El efecto mariposa consiste, en unas fresas contaminadas en un campo de Qufu( China) producen diarrea a los alumnos de una escuela de Sajonia (Alemania).Así ha sido ,como consecuencia de un sistema caótico de contenedores de mercancías sin control procedentes de países descontrolados ,entre los que se encuentran alimentos que acaban pinchados en nuestros tenedores o remansados en nuestras cucharas .Sin tanto apretón como el caso de los escolares alemanes , supimos que nos daban equino por vacuno ."Vaya ,puede haber trazas de carne de caballo ",comentaron los fabricantes ,al principio, y a uno se le vino a la cabeza la imagen de un caballo desbocado cayendo en la picadora de carne sin que nadie se diera cuenta .Y quien dice un caballo dice una manada ,que eso lo hemos visto en películas del oeste .Aclaran los fabricantes y las autoridades que no es venenoso (hasta ahí podríamos llegar),y nos acabamos convenciendo de que el problema consiste en que nadie apuntó en la etiqueta la palabra "caballo" entre las palabras "cerdo" y "vacuno".El carnicero y el escritor de etiquetas salieron juntos a comer el bocadillo cuando entro la manada de caballos rumanos en estampida.
Hay multinacionales que gastan mucho dinero en publicidad destinada a producirnos confianza ,pero no pueden evitar que las noticias nos pongan la mosca detrás la oreja .En el equilibrio de confiar y desconfiar pasamos la vida ,no sólo a la hora de comer .Hay leyes que exigen certificaciones ,normas que obligan a indicar la trazabilidad ,sellos de denominación de origen que garantizan la calidad de determinados productos ,pero todo rastro se barre en el producto precocinado en el que confluyen varios ingredientes porque su nacionalidad pasa a ser la del lugar de la mezcla.
Miras una pizza cuatro estaciones ,con su carita redonda y sonrosada ,ves su docena de ingredientes y no sabes cuántos países pueden haber participado en prepararte una cena en media hora ,pero puedes estar seguro de que alguien decidió por teléfono ,correo electrónico o como sea comprar los ingredientes bien atento al precio ,como mamá ,pero sin el mismo cariño y cuidado .No se trata de envenenadores --entendámonos--,pero nadie compite vendiendo los alimentos baratos más caros del mercado ,luego rebajarán en todos los pasos que sean posibles y ni siquiera nos cabe defendernos ,con nuestros juicios o nuestros prejuicios ,sabiendo de cuántos mares son los frutos de mar que hay en el relleno de un rollito.
Un reportaje realizado por periodistas de Der Spiegel ,hablaban de cosas asquerosas ,inimaginable,como aceite de mesa usado y de otras delirantes como guisantes teñidos de verde u orejas de cerdo falsas .¿Orejas de cerdo falsas?.pero ¿Cuánto cuestan las verdaderas?.
reprt.de Javier Cuervo --magazine
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